Cantabria es una de las comunidades autónomas más pequeñas de España. Ubicada en el noreste de la península, sigue siendo una región poco conocida a pesar de su diversidad de paisajes, su patrimonio arquitectónico y artístico, así como su cultura gastronómica.

Se compone esencialmente de una serie de playas, valles, acantilados que conducen a las montañas de la Cordillera Cantábrica que culminan a más de 2000 metros. Este contraste entre montaña y mar hace de esta región una joya preciosa que casi queremos mantener en secreto.

Te ofrecemos una pequeña guía de 3 días a través de esta región que te dejará impresionado y con ganas de volver.

Día 1: visita los pueblos de Cantabria

Para comenzar, visita el considerado por muchos "el pueblo más hermoso de España", Santillana del Mar: es una pequeña ciudad medieval que no ha perdido nada de su encanto.

Déjate seducir y piérdete en las pequeñas y sinuosas calles de este pueblo. Sin embargo, no olvides llevar un suéter, porque las temperaturas varían entre 20 y 12 grados en verano y 10 y 2 grados en inviernos: una constante en Cantabria.

En la localidad de Santillana del Mar, pero a unos 2 km del centro, se encuentran las cuevas de Altamira: otra visita obligada durante tu estancia en Cantabria. Descubrirás uno de los conjuntos pictóricos más importantes de la Prehistoria. Este sitio ha sido catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1985. El acceso está bien señalizado y el estacionamiento (de pago) está disponible para los visitantes.

Si tienes hijos, te recomendamos que pases por el Parque Natural de Cabárceno. Este parque alberga cientos de especies animales que viven en semi libertad. Es cierto que el precio es considerable (30 € para adultos y 25 € para niños), pero la visita realmente vale la pena. Puedes recorrer el parque a pie o en coche.

Día 2: arquitectura en Cantabria

Pasamos al dominio arquitectónico. Dirígete a Comillas, un pequeño pueblo costero, con un impresionante patrimonio arquitectónico que le gustó tanto a Antonio Gaudí que creó un pequeño palacio en 1885 llamado El Capricho de Gaudí. Para admirar este patrimonio arquitectónico, tendrás que caminar, porque no se recomienda el acceso a este pueblo en coche. Entre los monumentos a visitar, citemos, por ejemplo, el Palacio de Sobrellano o el del Marqués de Comillas, la Iglesia de San Cristóbal o incluso la Universidad Pontificia de Comillas. Vale la pena pasar una mañana en esta visita.

Después del almuerzo, ¿qué podría ser mejor que descansar en una playa de arena?

Grandes playas como la del pueblo de San Vicente de la Barquera o, si buscas un lugar más íntimo, una pequeña cala. Encontrarás innumerables calas al oeste de la ciudad.

Dedica una mañana a organizar un viaje a San Vicente de la Barquera, es un pequeño pueblo costero en la provincia de Cantabria, ubicado a 60 kilómetros al oeste de Santander. Este balneario, cuyo lema es "San Vicente de la Barquera, Histórica, Turística y Marinera", está muy vinculado al mar y muy orientado al turismo, tanto nacional como internacional, por sus playas, la belleza natural de su paisaje y su patrimonio histórico y monumental.

El puente de Maza

Lo primero que verás al llegar a San Vicente de la Barquera es el Puente de la Maza, un hermoso puente de piedra que data del siglo XV y cruza el estuario de San Vicente de la Barquera. En la época medieval, con sus 32 arcos, fue considerado uno de los más grandes del reino de Castilla.

El casco histórico de San Vicente de la Barquera

La ciudad estuvo demarcada por murallas que incluían el castillo y la ciudad adyacente.

Hoy en día, las murallas de las caras norte y sur todavía están bien conservadas, al igual que algunas de las puertas, como la de Asturias, Peregrino o La Barrera.

El castillo es uno de los mejores ejemplos de arquitectura defensiva de la época medieval. Fue construido en 1210, probablemente sobre la base de una construcción más antigua que data del siglo VIII.

El castillo se puede visitar, se utiliza para organizar eventos culturales y también alberga una exposición permanente sobre la historia y la naturaleza de San Vicente, con documentos históricos sobre la ciudad.

Al otro lado del afloramiento rocoso donde se encuentra el histórico pueblo de San Vicente se encuentra la Iglesia de Santa María de los Ángeles. Es una construcción que abarcó un amplio período de tiempo entre los siglos XIII y XVI sobre los cimientos de una iglesia más antigua. El conjunto arquitectónico es por lo tanto variado pero armonioso.

Día 3: caminar en Cantabria

Obviamente, no es fácil viajar por toda Cantabria en 3 días. Pero, ¿cómo puedes perderte el parque natural de los Picos de Europa en la frontera con Asturias? Un paseo por este parque te permitirá descubrir su fauna, flora y magníficas vistas panorámicas. Todas las caminatas están marcadas y adaptadas a diferentes niveles.

Algunos pueblos se encuentran en las montañas, especialmente Potes, famosa por su gastronomía. A 3 km a pie de Potes, puedes visitar el monasterio de Santo Toribio de Liébana, que alberga el fragmento más grande de la cruz en la que Jesús fue crucificado.

También puedes ir al Teleférico, una buena manera de disfrutar de las vistas. Este teleférico tiene 1,4 km de largo, para una subida de aproximadamente 4 minutos. En la parte superior hay una cafetería con una vista increíble de todo el valle. Al atardecer, las puestas de sol son espectaculares.

Si disfrutas de estos 3 días, aún tienes mucho que ver y aprender sobre Cantabria. ¡No dudes en volver por un período más largo!