No está permitido recorrer Bután de manera independiente: debes formar parte de una excursión grupal o individual pero siempre acompañado por un guía. Olvídate de visitar Bután por libre.


Las autoridades locales prohíben estrictamente la exportación de cualquier reliquia, religiosa o de otro tipo, que tenga más de 100 años. Todo lo que el turista porta se registra en la aduana y se revisa a su salida del país.


Está prohibida la venta de productos de tabaco. Existe una ley contra el tabaquismo en todo Bután que prohíbe fumar en cualquier lugar excepto en casa. En esta ley se indica que todo turista puede traer consigo un cartón de cigarrillos para uso personal, con la prohibición absoluta de venderlo. En realidad, al viajero se le cobra un impuesto por caja en la aduana.


Los dzongs, edificios en forma de castillo, con grandes patios y pasillos maravillosos, se encuentran entre los mejores ejemplos de la arquitectura de Bután. Los dzongs alojan grandes monasterios y se encuentran situados en las altas cimas o en la confluencia de ríos; también suelen ser los centros administrativos de los distritos. Los edificios más comunes en Bután, sin embargo, son los chorten o stupas, pequeños templos construidos para guardar reliquias sagradas.

Las coordenadas de Bután son: 27°29′00″N 89°38′00″E.

En Bután puedes encontrar artesanías de calidad. Los productos típicos incluyen thangkas (pinturas budistas en lienzo, montadas sobre un fondo de brocado y colgadas de un palo cosido en la parte superior), yatra (piezas de lana cosidas para la producción de suéteres, bufandas y mantas), estatuas de bronce, objetos rituales budistas: campanas, platillos y trompetas, objetos de bambú, alfombras butanesas y finalmente las diversas banderas de Bután.

El país busca la “Felicidad Nacional Bruta”, el rey considera la Felicidad Nacional Bruta mucho más importante que el Producto Interno Bruto; el rei de Bután opina que el crecimiento económico no debe conseguirse a expensas de una peor calidad de vida.


El hombre y la mujer tienen los mismos derechos. En la práctica, todo el mundo puede vivir como mejor le parezca y no es necesario casarse. En casa, el esposo y los hijos ayudan a la mujer a cocinar y hacer las tareas del hogar y todos contribuyen. Los niños son muy queridos y se considera bueno tener más de 10.


Los butaneses suelen tener dos nombres, pero el segundo no es el apellido, como en otros países. Por tanto, son nombres intercambiables y sin género.


En la cultura butanés se considera sacrílego destruir cualquier forma de vida. Se consume carne, pero la población considera moralmente más aceptable importar estos productos del exterior.


En viviendas y edificios públicos está muy extendido el cuadro que representa "Los cuatro amigos", el pavo real, el mono, el conejo y el elefante, bajo un abundante árbol frutal. Según una historia de Bután, el pavo real encuentra una semilla y la planta, el conejo la riega y el mono la fertiliza. Cuando la planta comienza a crecer, el elefante la protege. Una vez que la planta está madura, sin embargo, su fruto es tan alto que ninguno de los cuatro amigos puede tomarlo. Solo uniendo sus fuerzas y trepando unos encima de otros, los animales pueden alcanzar la fruta. Por tanto, la pintura representa el ideal de armonía con la naturaleza y la importancia de la cooperación para el bienestar social.