Valle de Arán es una comarca de España en la provincia de Lleida, situada en la vertiente septentrional de los Pirineos y formada por el curso superior del Garona. Tiene un clima atlántico muy húmedo y rica vegetación. Su capital es Viella. Estación de deportes de invierno.

Te recomendamos visitar el portal Aranmap, encontrarás una completa guía de visita al Valle de Arán (gastronomía, lugares, actividades).

Actividades en el Valle de Arán

Los principales ingresos del Valle de Arán son principalmente de las pistas de esquí que reciben a los turistas en invierno, pero debemos olvidar que durante el resto del año también podemos encontrar muchas actividades que realizar. El Valle de Arán tiene en su territorio la estación de esquí de Baqueira Beret, una de las estaciones de esquí más importantes de España.

Al sur del Valle de Arán se encuentra el macizo de los Encantats, un lugar ideal para la práctica del senderismo.

No te puedes perder los siguientes lugares:

  • La Mina Victoria de Arres de Sus
  • Iglesia de Santa María de Arties
  • Iglesia de San Juan en Arties
  • Eth Corrau, museo en Bagergue
  • PyrenMuseu en Salardú
  • Museo de la Val d’Aran
  • Ecomuseo lo Joanchiquet en Vilamòs
  • Cementerio civil de Teresa en Bausen

Qué ver en el Valle de Arán

Si hay algo que define el Valle de Arán es su singularidad, que impregna todos los rincones del territorio. Son singulares los paisajes naturales, que se transforman con el paso de los meses y que nos regalan imágenes de postal sea invierno, primavera, verano u otoño.

Destaca su riqueza cultural, con la gastronomía típica de montaña, los vestigios románicos en calles y edificios. Todo ello hace que el Valle de Aran sea un lugar excepcional y una visita obligada en cualquier época del año.

Una de las maneras más auténticas de conocer el Valle de Arán es pasear por sus pueblos. Hay 33 en total y viven unos 10.000 habitantes. El estilo alpino de los pueblos araneses los hace inconfundibles: las casas de madera y piedra, los tejados de pizarra, las calles estrechas y empedradas, las iglesias románicas ... Todos los municipios parecen estar en sintonía con el conjunto, pero, al mismo tiempo, cada uno de los pueblos tiene sus particularidades.

Canejan

Las vistas desde Canejan son de las mejores de todo el valle. Situado en la frontera con Francia, en lo alto de una montaña, este pueblo se asoma desde la N-230, a su paso por el núcleo de Pontaut.

Desde sus bancos de hierro forjado se pueden ver los paisajes del Bajo Aran y el pueblo de Bausen. A la entrada del pueblo hay un pequeño aparcamiento que permite dejar el coche y hacer el recorrido a pie.

Iglesia de Sant Sernilh, iglesia de San Juan de Torán y Campespín.

Les

Les es el último pueblo que atraviesa la N-230 antes de llegar a la frontera con Francia por el Puente del Rey. La visita al municipio es atractiva por varios motivos, como las aguas termales o un centro de producción ecológica de uno de los caviares más valorados del mundo: el caviar Nacarii, procedente del esturión.

Desde el punto de vista artístico, Les tiene una de las capillas románicas mejor conservadas del Valle de Arán: la de San Blas. También mantiene una: la quema del Haro, que se celebra la noche de San Juan.

No te pierdas: Crema deth Haro, tradición que se celebra el día de San Juan.

Viella

Viella es la capital del Valle de Arán: una pequeña ciudad pirenaica rodeada de montañas donde viven el 40% de los araneses. A su núcleo comercial se pueden encontrar todo tipo de comercios, con productos artesanos del valle, supermercados, tiendas de moda o deportes de aventura, alta montaña y nieve.

Las avenidas más grandes contrastan con las calles estrechas y las casas antiguas del casco antiguo, donde se puede degustar la auténtica gastronomía aranesa o tomar una copa por la noche.

En cuanto a la cultura, destaca la iglesia de San Miquèu (en el interior de la cual se encuentra la admirable talla de madera de estilo románico Cristo de Mijaran, el Museo Etnológico o el de la lana (Fabrica dera Lan), a partir de la capital, además, se pueden hacer varios itinerarios a pie, gracias a su situación céntrica dentro del valle.

Una visita obligada es el Museo de la Val d’Aran que muestra una extensa recopilación de objetos arqueológicos, artísticos y etnográficos para relatar la evolución histórica que nos lleva a la Val d’Aran de hoy. La arteria de Vielha es la carretera principal, que aquí pasa a llamarse Avenida deth Pas d’Arró y Avenida Castièro.

No te pierdas: Núcleo histórico de Viella, con casas medievales.

Bossòst

Uno de los pueblos que tiene una actividad comercial más animada es Bossòst, en el Bajo Arán. Se encuentra a pocos kilómetros de Luchon (Francia) donde se puede acceder a través del puerto del Portilhòn. En Bossòst también está la iglesia dera Mair de Diu dera Purificación, un ejemplar de arte románico en la arquitectura aranesa. También hay siete capillas románicas que rodean el pueblo y que, según la leyenda, fueron construidas en el siglo XIX para proteger los habitantes de la peste.

Uno de los mejores itinerarios que se pueden hacer desde Bossòst es la subida al puerto de Portilhòn: una etapa especialmente famosa y dura dentro de la Vuelta a España así como del Tour de Francia, que transcurre por un frondoso bosque de abetos, y desde donde se puede acceder al del Cuello de Baretja. Desde el balcón-mirador hay una espectacular vista del Bajo Aran: Bossòst en la falda y el bosque de Margalida delante.

No te pierdas: Iglesia de la Asunción de María de estilo románico.

Vilamòs

Considerado el pueblo más antiguo del Valle de Arán, Vilamòs está situado en una meseta de las laderas de la montaña de Uishèra, en la falda del Montlude y contemplando la panorámica sobre la Artiga de Lin, Malh dera Artiga y macizo de la Maladeta, con el pico Aneto.

En este pueblo se encuentra el museo Joanchiquet, antigua casa tradicional aranesa formada por un conjunto de edificios y en donde se han conservado el mobiliario y la atmósfera que esta presentaba a finales del siglo XX. Visitar Joanchiquet es viajar hacia el pasado de un país y descubrir el día a día de su historia, que habla de un pasado muy cercano, describiendo el paisaje del valle, los prados, la explotación de los bosques, la vida de los antepasados ​​araneses, la organización social y familiar.

No te pierdas: Iglesia de Santa María, de estilo románico.

Vilac

Vilac forma parte de Viella desde 1970 y está situado en la ladera del plan de Mont. Destaca la iglesia de San Félix de Vilac, de estilo románico de los siglos XII y XIII. Desde la plaza de la iglesia se disfruta de un buen panorama del paisaje del Mijaran y, al fondo, las lejanas montañas de Sarrahèra y la ribera del río Nere. El pueblo conserva además antiguas casas con dinteles del 1700 y casonas con amplios balcones.

No te pierdas: Iglesia de San Félix de Vilach, de estilo románico, originaria de los siglos XII y XIII.